El abrazo en el penal

Alumnos de la orientación Periodismo del CENS 451 que funciona en la noche de la Escuela 3 viajaron a la Unidad Penal Nº 16 de Junín. Aquí, una historia única e inédita protagonizada por jóvenes toldenses que merece la atención de toda la comunidad.

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En la edición Especial Nº 12 de nuestro medio pudimos dar cuenta del Proyecto de Taller de Cine y Video que se está realizando en el Penal de Junín. De ese proyecto surgió la idea de realizar un encuentro para contarles a los alumnos sobre lo desarrollado en el Penal, como un modo de ampliar los abanicos educativos en diversos horizontes. Los realizadores del Taller, llegaron a la Escuela 3 para proyectar los cortos que los internos habían realizado en el penal, pero también trajeron otra cosa: Un video, en donde los internos les hablaban a los alumnos locales. Allí, los internos preguntaban cosas referidas a la calle, a “la vida afuera”, sobre los gustos y necesidades que los chicos tenían, y dejaron en veremos un montón de preguntas. Los alumnos de la 3, ni lerdos ni perezosos, devolvieron los saludos y las preguntas, e hicieron nuevas preguntas sobre los gustos, y las vivencias y el mundo “desde adentro”. Ahora, es obvio que no se veían cara a cara. Entonces ¿Cómo lo hicieron? A través de una filmadora y un televisor.
El proceso fue así: Los internos les enviaron saludos y preguntas a los alumnos, quienes lo vieron por tv en la escuela; luego los alumnos le hablaron a la cámara respondiéndole a los internos, y esa cinta luego era reproducida en una tele del Penal; entonces los internos respondían a la cámara en un proceso invertido y los alumnos los veían por la tele.


De este modo se generó un atrapante diálogo entre internos y alumnos. Un diálogo muy particular que traspasó las paredes y los kilómetros. Un diálogo que caragaba las expectativas de los dos lados, y cargaba, claro, mucha emoción. El escenario ya era de por sí una situación de relación pedagógica, por lo menos, inédita.
En un momento surge la idea desde los alumnos del CENS, de ¿por qué no cerrar con un encuentro real?, para sorpresa del profesor Tony Adamini y de los responsables Roque Catania, Edgardo “Toly” Iparraguirre, Irma Brandeman y Gaspar Scheuer.
¿Y por qué no? Nos preguntamos a coro!
Y así fue. Los alumnos viajaron el pasado martes 28 de agosto al Penal dónde esperaban entusiasmados los internos. Fue una experiencia maravillosa desde donde se la mira, inolvidable. Hubo charlas, mateadas y hasta bailongo! Por un momento, la libertad se hizo realidad allí.
Aquí, algunos testimonios.

“Al llegar a la Unidad fuimos recibidos en el casino de Oficiales por el Vice- Director Sr. Almirón, quien nos explico algunos temas relacionados y nos presento al Sr. Pedrosa quien se encarga de la seguridad en la Unidad. Luego se presento el Director.
Nuestro interés fue creciendo, y cuando por fin estuvimos todos (alumnos y profesores), nos acercamos a la reja de entrada, documento en mano, uno a uno fuimos ingresando, el grupo de “los históricos” nos esperaba del otro lado de la reja.
Nos saludamos y presentamos, nos invitaron a pasar a la Sala de Visitas, allí nos recibieron entre 30-35 chicos no mucho mas grandes que nosotros, sus caras demostraban ansiedad, nervios, alegría, en algunos se notaba tristeza, falta de cariño y contención.
Se presentaron, nos presentamos, miramos una cinta en donde habíamos entrevistado a gente de Los Toldos con el fin de saber que opinaban de los presos y si le darían trabajo a alguno de ellos. Las respuestas nos asombraron a todos, la mayoría de los entrevistados opino que sí, pero que según la causa de su reclusión. En general a asesinos y violadores no les darían ninguna oportunidad.
Después llego la mateada tan esperada por todos, ahí nos relajamos, charlamos, reímos y luego llego el baile, nos divertimos mucho.
Borramos por unas horas esa barrera que nos separaba, fuimos amigos.
Tuvimos la suerte de ver otro lado de la cárcel, un lado amable y respetuoso, no ese lado oscuro al que todos estamos acostumbrados.
Había llegado la hora, debíamos partir, nuestra salida fue dolorosa, algunos no queríamos mirar atrás, intercambiamos teléfonos, direcciones, pequeñas cosas que nos hacen grandes.
Estábamos agradecidos, no pensábamos que para ellos seriamos tan importantes.
La vuelta a casa estuvo llena de comentarios, no podíamos creer lo que habíamos vivido y eso es algo que tendremos en la memoria siempre”.

Silvia y Dolores

“Me encontré con un panorama nada que ver al que yo me imaginaba… Era super familiar. Y digo familiar porque era como una casa: Tenía música, equipo de mate y sobre todo ese ámbito de amistad y respeto total. Entre mates y charla éramos como amigos del barrio.
Cuando llegó el momento de irnos y dejarlo a ellos, me di cuenta de lo importante que es la libertad”.
Mariano

“…Llegó la hora de entrar. Entregamos los documentos al guardia y pasamos la reja. Nos estaban esperando algunos de los chicos en el patio interno. Del que más me acuerdo es de Riquelme. Entramos al pabellón de las visitas y saludamos al resto que nos esperaba, uno por uno. Hicimos una ronda y vimos un video. Luego llegó la parte más buena, la mateada! Los chicos nos decían que hacía mucho que no comían esas cosas. Masitas de toda clase, facturas… Todos nos soltamos completamente y nos olvidamos de que estábamos en una cárcel, es más, parecía una fiesta.
Ya afuera, un chico que estaba en el pabellón de régimen abierto le regalo una perrita a Carla. Cuando llegamos a la escuela me la dio y ahora la estoy cuidando yo, se llama Tamara, y es el mejor recuerdo que tengo de esa experiencia”.
Mariela

“Me gustó mucho el momento de la mateada porque ellos no contaron de la vida que tenía afuera y la que tienen ahí adentro. Y nos preguntaban cosas que nosotros hacíamos, si estudiábamos o trabajábamos… Nos preguntaban como estaba la calle afuera, y también ellos nos contaban de donde eran… También me gustó cuando se pusieron a bailar y se notaba que hacía mucho que no lo hacían. Se notaba la felicidad en sus rostros. Estaban muy felices de que nosotros estuviésemos ahí, con ellos.
Fue una experiencia única.”
Verónica.

“Para mí no estaba en una cárcel con presos. Estaba con un par de chicos que había conocido y nos estábamos conociendo un poco más, charlando, tomando mate y escuchando música. Parecía que estábamos en la plaza grande de Los Toldos. Estuvo re lindo. Desde un principio ya había conexión, risas, respeto. Y se veía como algunos estaban muy nerviosos, por ejemplo Hugo que fue con el que más traté. Estuvo genial pero estando disfrutando de esos momentos la hora se pasó volando!!!!
Espero ir otra vez, me gustaría mucho volver.”
Flavia

“Nos fuimos con el profe Tony y con Irma, Roque y Toly. Esta experiencia no la voy a olvidar jamás porque para mí fue muy extraño ya que nunca pensé que iba a estar en ese lugar… Quizás no tenga otra manera de expresarlo que para mí fue ESPECTACULAR y si tendríamos que ir de nuevo, lo haría con mucho gusto.”
Carla