Desde Lamanuelamolina le acercamos el relato
de Ana Sol, con la firme intención de alentar a todos los soñadores. Pase, lea
y… déjese tentar!!!
KO PHI PHI |
¿Qué
te motivó a viajar?
En principio diría que la curiosidad.
Sobre todo me interesaba Asia, esto de ver qué tan distinto era todo por allá.
Y por otro lado hubo algo personal, una especie de desafío, el de saber cómo me
las podía arreglar sola y básicamente el conocer un poco más de mí.
Este tema de la planificación es mi
punto débil, así que no hubo mucha logística. En un principio la idea era sólo
recorrer Asia. No creí que me iba a alcanzar la guita p que me sería posible pasar por Europa, que yo no conocía. No conocía más
que los países limítrofes con Argentina porque todos estos años fui estudiante
y se sabe que los estudiantes son lauchas ¿no? No hay plata para viajar ni en
taxi, imaginate. Entonces me saqué dos pares de pasajes ida y vuelta abiertos
por un año: Bs As - Londres y Madrid - Tokyo. Lo de empezar en Asia por Tokyo
tampoco tuvo mucho de estrategia, sólo me pareció que arrancar por un extremo
del continente me resultaría más sencillo. Surgieron varias cosas que me
ayudaron también a organizarme: compartí poco más de un mes de viaje en Europa
con un amigo y él es súper organizado y descansé en eso. Básicamente me propuso
los países y ciudades y yo dije que sí, claro, total no conocía nada. Luego
sabía que me encontraba a los siete meses de arrancar con mi hermana en el
sudeste asiático, pasé con ella un mes. Aquí otra vez hubo programación. Y el
resto fue saliendo sobre la marcha.
LONDRES |
Europa
fue tu primer destino ¿por dónde anduviste?
La primera ciudad que conocí fue Londres.
Hice ciudades puntuales y España e Italia un poquito más en profundidad. El
itinerario fue: Londres, Edimburgo (Escocia), Lisboa y Porto (Portugal),
Granada y Madrid, de allí arranco con mi amigo rumbo a Bruselas, Ámsterdam,
Brujas, Berlín, Praga, Cracovia y empezamos con Italia (Milán, Verona, Venecia,
Roma, Nápoles, Florencia, Módena, Positano). Un mes ahí y finalmente España
(Ibiza, Sevilla, Cádiz, Barcelona).
¿Qué
particularidades encontraste? ¿Alguna anécdota?
Particularidades que encontré... bueno,
esto es muuuy diferente. Dentro de lo que es occidente y globalización, o sea,
dentro de lo que nosotros conocemos, es distinto. Claramente hay más dinero,
eso. Por ejemplo, al volver de Asia necesité ir al médico aquí en Barcelona,
donde estoy hace un mes. Y fui, claro, al hospital y el contraste es fuerte más
para mí que soy médica y conozco lo que es el hospital allá en Argentina.
Bueno, aquí saqué el turno por teléfono, me lo dieron para el día siguiente, se
comunicaron a mi teléfono cuando estuvieron los resultados, todo muy fácil. Y
gratuito, claro. Y el contraste se me hizo aún más notorio porque en Asia vi
cosas también muy extremas en cuanto a pobreza. Entonces yo volvía de ver esa
miseria y esto me resultó incluso violento.
ADARJELING. HIMALAYA |
¿Qué
países visitaste en Asía? ¿Qué fue lo que más te sorprendió de ellos?
En Asia: visité Japón, China, Vietnam,
Malasia, Tailandia, Lao, Camboya e India. Noté que había dejado occidente en el
preciso instante en el que bajé del avión en Japón. Y a mí me daba la sensación
de estar en otra dimensión, porque allí la gente es sumamente....japonesa. El
imaginario que yo tenía de los japoneses, bueno. Multiplicalo por diez. Son el
acabose de la corrección, muy "polite", sumamente respetuosos y
serviciales. Pero no fue por esto que advertí que estaba en Asia, solamente. Es
que llegué a Tokyo y salida del aeropuerto me enteré que todo estaba escrito en
japonés, la mayoría de las veces sin la traducción en nuestro alfabeto. O sea:
cualquiera. Y hablan poco inglés, muy poco, entonces se me complicó un poco.
Por ejemplo, llegar al hotel en Tokyo me llevó caminar como 20 minutos y estaba
a tres cuadras, pero le preguntaba a la gente y no me entendían y yo les
mostraba mi agendita con la dirección escrita, pero claro, no estaba en
japonés, así que no me podían indicar. Hasta que encontré a uno que me habló en
inglés y me orientó. Y tuve la posibilidad de pasar 20 días en Kyoto en casa de
una amiga japonesa, súper hippie ella, igual que todos sus amigos. Fue genial
conocer bien cómo viven, las casas por dentro, que son como de película,
chiquitas, con tatami en los pisos y duermen en los futones, por un mes no vi
una cama... y fui a los baños públicos, lugares separados para hombres y
mujeres en los cuales hay varias piletas con agua de diferentes temperaturas y
propiedades, con hierbas, perfumes...la gente sale del laburo por ejemplo y se
va al baño público... pagás muy poca plata y es un lugar genial. Kyoto, que fue
de Japón donde más estuve, me resultó bellísima, hipercultural, tranquila. La
comida también me indicó que no estaba más en occidente: por seis meses, comí
arroz hasta en el desayuno. Sin mate, pero lo reemplacé rápidamente por el té.
CAMBOYA |
Me pasó con Japón y con India, que son
países para los cuales no puedo hacer generalizaciones, porque ambos tienen
particularidades muy marcadas y no las encontré en otros lugares. En cambio, sí
puedo ver más similitudes entre los países que visité del sudeste asiático.
Algo muy marcado y bastante homogéneo
es el tema de la religión. Todos estos países tienen población que en su
mayoría practica alguna religión. Budismo, sintoísmo, taoísmo, confucianismo. Países
como Malasia de mayoría musulmana, hinduistas y más. Me resultó interesante el
ver países como India donde la religión domina prácticamente todos los aspectos
de la vida, desde el cómo hacer negocios, hasta la familia, la pareja, bueno,
todo. Entonces, una de las cosas que resulta más evidente en Asia es que la
mayoría de la población profesa alguna religión en forma intensa, digamos.
¿Y
las comidas?
Comidas: todo un tema este, eh...Fui
feliz en la mayoría de los lugares, es raro que a mí alguna comida no me guste.
Peeeeero...China. Me resultó espantosa. Hipercondimentada, todo grasoso y
frito. Y de tan condimentado que es todo, tiene siempre el mismo sabor, que no
diferenciaba si estaba comiendo una manzana o una pata de pollo, che! No tienen
casi lácteos, no hay pan, frutas pocas. Así que las cinco semanas que pasé allá
sufrí "gastronómicamente" la famosa tortura china...Las favoritas:
Japón y Vietnam. En Vietnam comía en la calle, las mujeres se instalan en las
esquinas con un par de sillitas de plástico bien bajitas, porque allá todos se
sientan como al ras del suelo y con un par de ollas enormes y ahí se arman en
chiringuito y esa comida es alucinante de rica, súper sana y, claro, es donde
comen ellos. Así que por medio dólar comí abundante, como diría mi abuela. La
comida de India es también genial...y aunque yo comí también en la calle y me
quise hacer la "autóctona" y pasar desapercibida (aclaro que no hay
país en el cual me hube sentido más extranjera que en India) pero el resultado
fue una diarrea cósmica, así que no lo daría como un consejo el incursionar en
la cocina callejera hindú.
ALUANG PRABANG |
¿Cómo
reaccionan los europeos ante la situación política actual? ¿Los afecta la
crisis?
Acá en España el tema de la crisis se
siente, claro. Pero nuevamente diferencias enormes. Nosotros la pasamos, en el
2001, que se fue todo a la mierda y la gente se quedaba en la calle,
sencillito. Acá, si bien muchos perdieron sus laburos, reciben una compensación
que llaman "paro", en forma mensual, hasta un plazo máximo de dos
años. Por ejemplo me encontré con muchísimos españoles en Asia viajando con
esta guita que les da el gobierno y me decían que por dos años no se
preocupaban, que ya verían a la vuelta. No digo que todos los que se quedaron
sin trabajo están dándose la gran vida, recorriendo el mundo. Sólo hago notar
que nuestro concepto de crisis puede que sea un tanto más radical y esto no es
lindo, no es que digo "che, éstos se quejan de cualquier cosa" sino
que reflexiono sobre la cantidad de cosas que no tenemos allá y lo
naturalizamos.
HANOI |
¿Cómo
ven a Latinoamérica? ¿Y a la Argentina?
La mayoría de la gente con la que me
relacioné en Europa conocía Argentina y
muchos, de hecho, son de allá. Y lo que piensan sobre nosotros, bueno, acá en
España mucha gente vino en esa época en la cual en Argentina se vino todo en
banda y es un poco lo que ven desde acá de Argentina. Si saben que hay gente
que vive allá en la pobreza más pobre y que por supuesto no pudieron irse a
España a buscar un mejor porvenir, porque no tienen ni plata para comer. Muchos
lo saben y otros no. Hay variadito,
digamos.
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