Oh, Mama, can this really be the end?
Bob Dylan
Bob Dylan
Quiero creer que no. Quiero creer que lo sucedido durante estos últimos cuatro meses en todo caso es el solo el comienzo, el puntapié inicial para que la democracia directa recupere lo que perdió en manos de una política invariablemente cochina. Sin embargo me late que en realidad a esta película ya la vimos. Y lo peor es que nos volvieron a cobrar la entrada.
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Si nos guiamos por la reacción de la clase media y los pasquines nacionales, podríamos decir que La Guerra Oleaginosa se trató una película de altísimo presupuesto, donde abundaron los extras mal pagos y en la que parecían triunfar los malos, hasta que Cobos El Héroe se impuso sobre la arpía bruja que gobernaba desde su castillo bañándose en sangre de vírgenes sacrificadas para tal fin. Entonces la paz retornó a la Comarca, las mujeres rieron, los hombres volvieron al surco y los señores feudales liberaron sus extensos prados, poblados de unicornios y gnomos, para que los niños jugaran en corro y los abuelos contaran la historia de cómo era el mundo con la malvada bruja Kris, el El Tuerto nigromante y su temible esbirro D’Elía.
Sin embargo, décadas de asistir a esta sala, me llevan a desconfiar de tan idílico panorama ¿Qué ha cambiado –pregunto- si nada cambió? Se me dirá que es de ciegos ignorar la recomposición política a la que se enfrenta el país luego de La Batalla por las Retenciones. Pero ¿qué recomposición es posible cuando vemos que la ley se discutió con la ayuda de actores de reparto como Menem o Saadi? Si se afirma, posiblemente con toda razón, de que CFK carece de reprensentividad popular (más allá de su cómodo triunfo eleccionario) ¿qué diablos podríamos decir entonces del senador riojano o del catamarqueño cuyos votos fueron también decisivos para arribar a este resultado? ¿a quién representan esos engendros? ¿a la población penitenciaria? ¿Qué hizo Solá por el interior de la provincia cuando fue gobernador? ¿y ahora es aplaudido por los chacareros…? Posiblemente esté viendo la copa medio vacía e ignorando a representantes legítimos del sentir nacional. Posiblemente esté harto de la gerontocracia dominante y de la oligofrenia del medio pelo, que vota un gobierno y que se enoja porque hace parte de lo que prometió
El fin de la 125 no ha terminado nada porque lo que empezó como una estrategia defensiva, un rechazo a la injerencia estatal sobre el capital privado, culminó con un ataque fanático, donde ya no importó lo que podía ceder el gobierno (¿alguien conoce realmente el contenido de la polémica resolución?), sino qué tanto podían imponerse intereses sectoriales. Como en un perverso juego de la silla donde todos giraron en torno a los lugares que iba dejando vacante el oficialismo en su retirada patética, una cohorte de impresentables corporativos dispuestos sólo a defender intereses sectoriales se abalanzaron sobre las sillas vacías. Y el poder parece volver a ciertas manos. Pero “El Regreso de Los Muertos Vivos” es otra película, una comedia grotesca, de esas que dan vergüenza ajena pero que no podemos dejar de mirar.
En “El Regreso de los Muertos Vivos” (también conocida como “Amanecer del Nuevo Orden Mundial”) la Sociedad Rural es un paladín de la democracia directa y Rodríguez Saa se queja del gobierno despótico y verticalista. Las cuatro provincias más ricas se arrogan la representación federal, mientras los desplazados por el avance de los intereses agroindustriales mueren de pobreza en páramos desérticos e inhabitables. A todo esto, sobre una montaña vemos al patriarca Duhalde descender, envuelto en brumas, con las Tablas de la Ley. En este increíble film, el matrimonio presidencial se repliega en su laboratorio subterráneo para diseñar estrategias inconcebibles, recuperar lo peor del peronismo (es decir, casi todo), jugar al apriete y combatir el fuego con el fuego, mientras el ejército de zombies se va posicionando en la opinión popular para lobotomizar a una masa ya anestesiada por el magnético influjo de la Divina TV Führer. Y, así y todo, se las arregla para ser una comedia. Eso sí, de las que hacen llorar de la risa.
¿Qué queda sino reírse cuando vemos la foto de Llambías, Biolcati y Barrionuevo?¿Cual es la diferencia entre eso y la nefasta presencia de Moyano en el oficialismo? ¿La gente de Castell se sumó al movimiento campestre porqué estaba de acuerdo con De Narváez o porque el barbudo es un parásito de la opinión pública, capaz de avalar que su compañera combativa se exhiba ante los ojos libidinosos de Sofovich? Y ya que estamos entre risas ¿Por qué no admitimos que buena parte de la gente que se convocó en el Monumento a los Españoles lo hizo por la renta particular, un motivo tan válido (y posiblemente más mezquino) que el del pancho y la coca? Eso sí que no parece causar mucha gracia ¿no? ¿Y cuando escuchamos a CFK decir que la diferencia de las retenciones móviles sería para construir cincuenta hospitales? Puras risotadas, no van a decirme que no recordaron aquello de “subir a la estratósfera” ¿Cómo no vamos a sonreír al ver el paso de comedia final, donde el último orejón del tarro, el ninguneado, tumba con su voto las intenciones presidenciales de ganar en la contienda? Ni los Hermanos Marx lo hubieran hecho mejor.
A todo esto ¿para cuándo el regreso de Ruckauf? Ahora que reapareció De la Sota podrían jugar a la pizza con champán otros diez años más.
Lamentablemente la comedia no se basa en lo que es, sino en lo que podría ser. La realidad se parece mucho más a una farsa orquestada. El escenario indica que el movimiento campestre debe engendrar líderes capaces de estar a la altura de la responsabilidad que tienen en las manos. Ahora vemos que Bussi, si bien reconfortado por lo bien que salió en la foto, se queja de que “con el regreso al 35% los productores chicos pagan lo mismo que los grandes” Bueno, a joderse entonces, hubiera negociado para sus representados una alícuota menor sin permitir que la Sociedad Rural y las exportadoras gocen también de los beneficios aduaneros correspondientes a los trabajadores. Pero nada de eso importó, en tanto lo importante era “la unidad de las cuatro entidades” por “el bien de la lucha campesina”. Es ese sentido, la Federación Agraria se muestra peligrosamente dubitativa e inaceptablemente corporativa.
Y como si fuera poco, más allá de Bussi, que en realidad es sólo un segundo de quien encabeza de verdad la FAA, se encuentra Alfredo De Angelis, bestia televisiva y fiel representante del movimiento que lo impuso como líder de opinión. Recordemos que “El Melli” como campechanamente se lo conoce, supo protestar con uñas y dientes (je) contra la instalación de las pasteras en el río Uruguay. Lo que empezó como un reclamo sostenible (nadie les había preguntado a la gente de Gualeguaychú si querían semejantes vecinos) rápidamente degeneró en una pugna de proporciones internacionales, alimentando una hoguera de fanatismo irracional que dinamitó la frontera entre dos países unidos como pocos en el mundo. Y ahora, con su reclamo a favor del modelo agroexportador (y del “gringo bueno y trabajador”), defiende las ambiciones de Monsanto de seguir envenenando la tierra que no es de Entre Ríos ni de nadie. ¿Si tanto le importa el agua limpia de su ciudad porqué fomenta los transgénicos que alteran todo el bioma de la cuenca del Paraná? Los agitadores profesionales son útiles en tiempo de guerra, si las capas medias siguen aplaudiendo a ese mono se están cavando su propia fosa, de verdad. Están ponderando a alguien cuya lectura de los hechos es: “Hemos triunfado porque la oposición se ha unido y el oficialismo se parte”.
Y ya que hablamos de sepulcros, estando el gobierno nacional en estado comatoso, es un buen momento para hacerle una biopsia, por lo menos mientras se mantenga grogui. La sucesión de errores políticos de la administración de CFK sólo tiene parangón con los momentos más autistas del gobierno de De la Rúa. Sumado esto a las múltiples denuncias por malversación de fondos que ha ido acumulando su administración, el desmanejo del conflicto, y una proverbial torpeza instrumental, ponen un manto de dudas sobre la capacidad de la presidenta para liderar cualquier tipo de proceso político. Parece mentira que un cuadro tan formado como Cristina, ducha en pensamientos políticos varios, no haya visto la conformación del nuevo sujeto agrario que cortó las rutas. O por lo menos avivarse lo que estaba en juego. Miguel Bonasso contó en una entrevista a la revista XXIII como Hermes Binner le había dicho que le comunicara al presidente (en ese momento era Néstor) su impresión de que “la Argentina crecería de tal manera que se producirían tensiones distributivas y era necesario conformar una comisión donde podrían discutirse estos temas en la que el gobierno fuera el árbitro” Por no escuchar un consejo tan certero, al renunciar su natural posición de árbitro en este conflicto para ser parte de él, el gobierno de los Kichner perdió definitivamente la posibilidad de plantear una necesaria redistribución. Eso es lo verdaderamente imperdonable de este gobierno: el haber arrastrado una causa justa y haberla sacrificado en su hoguera de vanidad personal. Por eso merecen desaparecer, lo de la valija no es nada al lado de esto.
Para terminar de redondear esta suma de desaciertos, ninguno de estos bombazos de taquilla hubieran sido posibles si la participación de la ilustre prensa nacional. Hay que remontarse hasta el nefasto "Seguimos Ganando" para encontrar una campaña de desinformación como a la que hemos asistido en los últimos cien días. El monopolio Clarín, en especial la señal TN con el agroperiodista Julio Bazán (quien ganó durante el conflicto un Martín Fierro) puso en juego toda su red de influencia en favor del sector agrario, erigiendo a Gualeguaychu y a De Ángelis como el único emblema de los "autoconvocados". Múltiples son las evidencias que demustran la operación de este medio: baste recordar como emitía los mensajes presidenciales con el monigote ese en un recuadro inferior, haciendo toda clase de morisquetas "representando al ciudadano común" y dandole micrófono inmediatamente después de cada mensaje, como si las repercusiones del mismo fueran analizables instantáneamente. ¿Cuántas veces invitaron a Carrió a "A dos voces"? El resto de los canales no estuvo a la saga. Sin embargo, el caso paradigmático viene de la mano de Crítica de la Argentina, donde su director, Jorge Lanata, operó de manera abierta en favor del sector campestre, llegando hasta el extremos de acusar de "intelectuales rentados" a aquellos que elegían defender el accionar del gobierno, como si su periódico no fuera rentado por el grupo de Grobo, como si los Grobo vendieran heladeras y no tuvieran nada que ver que lo que pasaba. Hay también que admitir que Jorge Lanata es opositor por vocación y que sus denuncias suelen ser certeras, pero ¿porqué si siempre condenó los cortes en a Uruguay en Gualeguaychú, nunca hizo lo mismo con el bloqueo agrario?¿Tanta es su rabia opositora que le hace perder el foco justo cuando más lo necesita? Por otro lado, Página 12, el refugio de esos "intelectuales rentados", prefirió operar en favor del gobierno y también lo hizo a cara descubierta. Pero ante semejante avalancha de información malintencionada (¿recuerdan el "manifestante del campo herido" seguido por la irresponsabilidad de Vilma Ripoll") busco equilibrar (¡increíblemente!) tanto despropósito. Además es cierto que su prédica es muy minoritaria si la comparamos con el Noticiero del 13 o con la Mesa de Mirtha Legrand, donde vimos almorzar campechanamente a Llambias, Miguens, Carrió, Bussi y donde De Angelis, en un paroxismo orgásmico, se dejó sobar gustosamente el lomo por la conductora que alguna vez dijo "Yo no soy sólo rubia por fuera, tambiés soy rubia por dentro".
“Ojalá te toque vivir en tiempos interesantes” es una curiosa maldición china que desea que el destinatario viva eternamente surcado por conflictos que lo desestabilicen. También suele decirse que "Crisis" significa "oportunidad", aunque yo creo que en realidad significa "estamos en el horno y meados por un millón de dragones chinos". Como sea, ya lo dijo nuestro amigo Nietzsche: "lo que no nos mata nos hace más fuerte". Haber sobrevivido a todo esto nos ha aumentado la masa muscular. Cada vez somos más fornidos, cada vez nos parecemos más a bestias de carga. "Rebelión en la Granja" fue el primer titular que se le ocurrió a cado uno de los pasantes que trabajaron en los diarios durante el conflicto. Si recuerdan el final de la obra de Orwell bien pueden advertir cuánto de razón tenían esos aprendices.
por César H. París
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Si nos guiamos por la reacción de la clase media y los pasquines nacionales, podríamos decir que La Guerra Oleaginosa se trató una película de altísimo presupuesto, donde abundaron los extras mal pagos y en la que parecían triunfar los malos, hasta que Cobos El Héroe se impuso sobre la arpía bruja que gobernaba desde su castillo bañándose en sangre de vírgenes sacrificadas para tal fin. Entonces la paz retornó a la Comarca, las mujeres rieron, los hombres volvieron al surco y los señores feudales liberaron sus extensos prados, poblados de unicornios y gnomos, para que los niños jugaran en corro y los abuelos contaran la historia de cómo era el mundo con la malvada bruja Kris, el El Tuerto nigromante y su temible esbirro D’Elía.
Sin embargo, décadas de asistir a esta sala, me llevan a desconfiar de tan idílico panorama ¿Qué ha cambiado –pregunto- si nada cambió? Se me dirá que es de ciegos ignorar la recomposición política a la que se enfrenta el país luego de La Batalla por las Retenciones. Pero ¿qué recomposición es posible cuando vemos que la ley se discutió con la ayuda de actores de reparto como Menem o Saadi? Si se afirma, posiblemente con toda razón, de que CFK carece de reprensentividad popular (más allá de su cómodo triunfo eleccionario) ¿qué diablos podríamos decir entonces del senador riojano o del catamarqueño cuyos votos fueron también decisivos para arribar a este resultado? ¿a quién representan esos engendros? ¿a la población penitenciaria? ¿Qué hizo Solá por el interior de la provincia cuando fue gobernador? ¿y ahora es aplaudido por los chacareros…? Posiblemente esté viendo la copa medio vacía e ignorando a representantes legítimos del sentir nacional. Posiblemente esté harto de la gerontocracia dominante y de la oligofrenia del medio pelo, que vota un gobierno y que se enoja porque hace parte de lo que prometió
El fin de la 125 no ha terminado nada porque lo que empezó como una estrategia defensiva, un rechazo a la injerencia estatal sobre el capital privado, culminó con un ataque fanático, donde ya no importó lo que podía ceder el gobierno (¿alguien conoce realmente el contenido de la polémica resolución?), sino qué tanto podían imponerse intereses sectoriales. Como en un perverso juego de la silla donde todos giraron en torno a los lugares que iba dejando vacante el oficialismo en su retirada patética, una cohorte de impresentables corporativos dispuestos sólo a defender intereses sectoriales se abalanzaron sobre las sillas vacías. Y el poder parece volver a ciertas manos. Pero “El Regreso de Los Muertos Vivos” es otra película, una comedia grotesca, de esas que dan vergüenza ajena pero que no podemos dejar de mirar.
En “El Regreso de los Muertos Vivos” (también conocida como “Amanecer del Nuevo Orden Mundial”) la Sociedad Rural es un paladín de la democracia directa y Rodríguez Saa se queja del gobierno despótico y verticalista. Las cuatro provincias más ricas se arrogan la representación federal, mientras los desplazados por el avance de los intereses agroindustriales mueren de pobreza en páramos desérticos e inhabitables. A todo esto, sobre una montaña vemos al patriarca Duhalde descender, envuelto en brumas, con las Tablas de la Ley. En este increíble film, el matrimonio presidencial se repliega en su laboratorio subterráneo para diseñar estrategias inconcebibles, recuperar lo peor del peronismo (es decir, casi todo), jugar al apriete y combatir el fuego con el fuego, mientras el ejército de zombies se va posicionando en la opinión popular para lobotomizar a una masa ya anestesiada por el magnético influjo de la Divina TV Führer. Y, así y todo, se las arregla para ser una comedia. Eso sí, de las que hacen llorar de la risa.
¿Qué queda sino reírse cuando vemos la foto de Llambías, Biolcati y Barrionuevo?¿Cual es la diferencia entre eso y la nefasta presencia de Moyano en el oficialismo? ¿La gente de Castell se sumó al movimiento campestre porqué estaba de acuerdo con De Narváez o porque el barbudo es un parásito de la opinión pública, capaz de avalar que su compañera combativa se exhiba ante los ojos libidinosos de Sofovich? Y ya que estamos entre risas ¿Por qué no admitimos que buena parte de la gente que se convocó en el Monumento a los Españoles lo hizo por la renta particular, un motivo tan válido (y posiblemente más mezquino) que el del pancho y la coca? Eso sí que no parece causar mucha gracia ¿no? ¿Y cuando escuchamos a CFK decir que la diferencia de las retenciones móviles sería para construir cincuenta hospitales? Puras risotadas, no van a decirme que no recordaron aquello de “subir a la estratósfera” ¿Cómo no vamos a sonreír al ver el paso de comedia final, donde el último orejón del tarro, el ninguneado, tumba con su voto las intenciones presidenciales de ganar en la contienda? Ni los Hermanos Marx lo hubieran hecho mejor.
A todo esto ¿para cuándo el regreso de Ruckauf? Ahora que reapareció De la Sota podrían jugar a la pizza con champán otros diez años más.
Lamentablemente la comedia no se basa en lo que es, sino en lo que podría ser. La realidad se parece mucho más a una farsa orquestada. El escenario indica que el movimiento campestre debe engendrar líderes capaces de estar a la altura de la responsabilidad que tienen en las manos. Ahora vemos que Bussi, si bien reconfortado por lo bien que salió en la foto, se queja de que “con el regreso al 35% los productores chicos pagan lo mismo que los grandes” Bueno, a joderse entonces, hubiera negociado para sus representados una alícuota menor sin permitir que la Sociedad Rural y las exportadoras gocen también de los beneficios aduaneros correspondientes a los trabajadores. Pero nada de eso importó, en tanto lo importante era “la unidad de las cuatro entidades” por “el bien de la lucha campesina”. Es ese sentido, la Federación Agraria se muestra peligrosamente dubitativa e inaceptablemente corporativa.
Y como si fuera poco, más allá de Bussi, que en realidad es sólo un segundo de quien encabeza de verdad la FAA, se encuentra Alfredo De Angelis, bestia televisiva y fiel representante del movimiento que lo impuso como líder de opinión. Recordemos que “El Melli” como campechanamente se lo conoce, supo protestar con uñas y dientes (je) contra la instalación de las pasteras en el río Uruguay. Lo que empezó como un reclamo sostenible (nadie les había preguntado a la gente de Gualeguaychú si querían semejantes vecinos) rápidamente degeneró en una pugna de proporciones internacionales, alimentando una hoguera de fanatismo irracional que dinamitó la frontera entre dos países unidos como pocos en el mundo. Y ahora, con su reclamo a favor del modelo agroexportador (y del “gringo bueno y trabajador”), defiende las ambiciones de Monsanto de seguir envenenando la tierra que no es de Entre Ríos ni de nadie. ¿Si tanto le importa el agua limpia de su ciudad porqué fomenta los transgénicos que alteran todo el bioma de la cuenca del Paraná? Los agitadores profesionales son útiles en tiempo de guerra, si las capas medias siguen aplaudiendo a ese mono se están cavando su propia fosa, de verdad. Están ponderando a alguien cuya lectura de los hechos es: “Hemos triunfado porque la oposición se ha unido y el oficialismo se parte”.
Y ya que hablamos de sepulcros, estando el gobierno nacional en estado comatoso, es un buen momento para hacerle una biopsia, por lo menos mientras se mantenga grogui. La sucesión de errores políticos de la administración de CFK sólo tiene parangón con los momentos más autistas del gobierno de De la Rúa. Sumado esto a las múltiples denuncias por malversación de fondos que ha ido acumulando su administración, el desmanejo del conflicto, y una proverbial torpeza instrumental, ponen un manto de dudas sobre la capacidad de la presidenta para liderar cualquier tipo de proceso político. Parece mentira que un cuadro tan formado como Cristina, ducha en pensamientos políticos varios, no haya visto la conformación del nuevo sujeto agrario que cortó las rutas. O por lo menos avivarse lo que estaba en juego. Miguel Bonasso contó en una entrevista a la revista XXIII como Hermes Binner le había dicho que le comunicara al presidente (en ese momento era Néstor) su impresión de que “la Argentina crecería de tal manera que se producirían tensiones distributivas y era necesario conformar una comisión donde podrían discutirse estos temas en la que el gobierno fuera el árbitro” Por no escuchar un consejo tan certero, al renunciar su natural posición de árbitro en este conflicto para ser parte de él, el gobierno de los Kichner perdió definitivamente la posibilidad de plantear una necesaria redistribución. Eso es lo verdaderamente imperdonable de este gobierno: el haber arrastrado una causa justa y haberla sacrificado en su hoguera de vanidad personal. Por eso merecen desaparecer, lo de la valija no es nada al lado de esto.
Para terminar de redondear esta suma de desaciertos, ninguno de estos bombazos de taquilla hubieran sido posibles si la participación de la ilustre prensa nacional. Hay que remontarse hasta el nefasto "Seguimos Ganando" para encontrar una campaña de desinformación como a la que hemos asistido en los últimos cien días. El monopolio Clarín, en especial la señal TN con el agroperiodista Julio Bazán (quien ganó durante el conflicto un Martín Fierro) puso en juego toda su red de influencia en favor del sector agrario, erigiendo a Gualeguaychu y a De Ángelis como el único emblema de los "autoconvocados". Múltiples son las evidencias que demustran la operación de este medio: baste recordar como emitía los mensajes presidenciales con el monigote ese en un recuadro inferior, haciendo toda clase de morisquetas "representando al ciudadano común" y dandole micrófono inmediatamente después de cada mensaje, como si las repercusiones del mismo fueran analizables instantáneamente. ¿Cuántas veces invitaron a Carrió a "A dos voces"? El resto de los canales no estuvo a la saga. Sin embargo, el caso paradigmático viene de la mano de Crítica de la Argentina, donde su director, Jorge Lanata, operó de manera abierta en favor del sector campestre, llegando hasta el extremos de acusar de "intelectuales rentados" a aquellos que elegían defender el accionar del gobierno, como si su periódico no fuera rentado por el grupo de Grobo, como si los Grobo vendieran heladeras y no tuvieran nada que ver que lo que pasaba. Hay también que admitir que Jorge Lanata es opositor por vocación y que sus denuncias suelen ser certeras, pero ¿porqué si siempre condenó los cortes en a Uruguay en Gualeguaychú, nunca hizo lo mismo con el bloqueo agrario?¿Tanta es su rabia opositora que le hace perder el foco justo cuando más lo necesita? Por otro lado, Página 12, el refugio de esos "intelectuales rentados", prefirió operar en favor del gobierno y también lo hizo a cara descubierta. Pero ante semejante avalancha de información malintencionada (¿recuerdan el "manifestante del campo herido" seguido por la irresponsabilidad de Vilma Ripoll") busco equilibrar (¡increíblemente!) tanto despropósito. Además es cierto que su prédica es muy minoritaria si la comparamos con el Noticiero del 13 o con la Mesa de Mirtha Legrand, donde vimos almorzar campechanamente a Llambias, Miguens, Carrió, Bussi y donde De Angelis, en un paroxismo orgásmico, se dejó sobar gustosamente el lomo por la conductora que alguna vez dijo "Yo no soy sólo rubia por fuera, tambiés soy rubia por dentro".
“Ojalá te toque vivir en tiempos interesantes” es una curiosa maldición china que desea que el destinatario viva eternamente surcado por conflictos que lo desestabilicen. También suele decirse que "Crisis" significa "oportunidad", aunque yo creo que en realidad significa "estamos en el horno y meados por un millón de dragones chinos". Como sea, ya lo dijo nuestro amigo Nietzsche: "lo que no nos mata nos hace más fuerte". Haber sobrevivido a todo esto nos ha aumentado la masa muscular. Cada vez somos más fornidos, cada vez nos parecemos más a bestias de carga. "Rebelión en la Granja" fue el primer titular que se le ocurrió a cado uno de los pasantes que trabajaron en los diarios durante el conflicto. Si recuerdan el final de la obra de Orwell bien pueden advertir cuánto de razón tenían esos aprendices.
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Veremos, dijo el maestro zen... (parábola contemporánea)
Un día, a un chico del barrio, le regalan una moto. Una Motomel, de 100, de encendido electrónico, azul. Grossa moto. Los vecinos y los amigos están recontentos. El viejo maestro, no. Le preguntan qué le parece.
- "Veremos", dice el maestro.
Pasa el tiempo. El pibe se estrola en la moto y se rompe una pierna. Mal se la rompe. Todos los amigos y vecinos están tristes. El viejo maestro, no. Le preguntan qué le parece.
- "Veremos", dice el maestro.
Pasa el tiempo. Hay guerra y hay que ir a la guerra. Reclutan a todos los pibes del barrio. Pero el pibe de la moto tiene la pierna rota: no puede ir, se salva. Todos están contentos. El viejo maestro, no. Le preguntan qué le parece.
- "Veremos", dice el maestro.
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Me llego al correo. una linda reflexion.
ResponderEliminarcesar, sos un buen lector cada momento. ojala alguien, incluso yo, este en las alturas de las circunstancias.
El monocultivo de cerebros. Por Raúl A. Montenegro < volver
Qué duro es saber que nadie habló en nombre del suelo destruido por la soja y por el cóctel de plaguicidas. Qué duro es comprobar que muchos productores, gobiernos y ciudadanos no saben que los suelos solo son fabricados por los bosques y ambientes nativos, y nunca por los cultivos industriales.
El monocultivo de cerebros. Por Raúl A. Montenegro
Qué duro es sentirse minoría en un país de falsas mayorías. Qué duro es ver que el gobierno nacional y los ruralistas luchan entre sí cuando son cómplices necesarios del país sojero.
Qué duro es ver cacerolas relucientes y llenas de soja RR en el asfalto civilizado de Buenos Aires. Que duro es ver las cacerolas renegridas y sin tierra de los campesinos de Santiago del Estero.
Que duro es ver a los estudiantes de universidades argentinas con sus carteles de apoyo a los ruralistas en huelga, como si Monsanto y el Che Guevara pudieran darse la mano. Que duro es recordar que esas cacerolas relucientes, esos estudiantes movilizados y esas familias temerosas del desabastecimiento no salieron a la calle cuando los terratenientes de este siglo XXI expulsaron a familias y pueblos enteros para plantar su soja maldita.
Qué duro es ver la furia ruralista al amparo de reyes sojeros como el Grupo Grobocopatel. Qué duro es ver el rostro reseco de Doña Juana expulsada, de doña Juana sin tierra, de doña Juana con sus muertos bajo la soja. Qué duro es ver que se cortan las rutas para que China y Europa no dejen de tener soja fresca, y para que Monsanto no deje de vender sus semillas y sus agroquímicos.
Qué duro es comprobar, con los dientes apretados, y con el corazón desierto y sin bosques, que nadie habló en nombre de los indígenas expulsados de sus territorios, de sus plantas medicinales, de su cultura y de su tiempo para que la soja y el glifosato sean los nuevos algarrobos y los nuevos duendes del monte.
Qué duro es ver con las manos y tocar con los ojos que nadie habló en nombre de los campesinos echados a topadora limpia, a bastonazos y a decisiones judiciales sin justicia para que ingresen el endosulfán, las promotoras de Basf y las palas mecánicas con aire acondicionado.
Qué duro es saber que nadie habló en nombre del suelo destruido por la soja y por el cóctel de plaguicidas. Qué duro es comprobar que muchos productores, gobiernos y ciudadanos no saben que los suelos solo son fabricados por los bosques y ambientes nativos, y nunca por los cultivos industriales.
Qué duro es saber que para fabricar 2,5 centímetros de suelo en ambientes templados hacen falta de 700 a 1200 años, y que la soja los romperá en mucho menos tiempo. Qué duro es recordar que el 80% de los bosques nativos ya fue destrozado, y que funcionarios y productores no ven o no quieren ver que la única forma de tener un país más sustentable es conservar al mismo tiempo superficies equivalentes de ambientes naturales y de cultivos diversificados.
Qué duro es observar cómo se extingue el campesino que convivía con el monte, y cómo lo reemplaza una gran empresa agrícola que empieza irónicamente sus actividades destruyendo ese monte.
Qué duro es ver que el monocultivo de la soja refleja el monocultivo de cerebros, la ineptitud de los funcionarios públicos y el silencio de la gente buena. Qué duro es saber que miles de Argentinos están expuestos a las bajas dosis de plaguicidas, y que miles de personas enferman y mueren para que China y Europa puedan alimentar su ganado con soja.
Qué duro es saber que las bajas dosis de glifosato, endosulfán, 2,4 D y otros plaguicidas pueden alterar el sistema hormonal de bebés, niños, adolescentes y adultos, y que no sabemos cuántos de ellos enfermaron y murieron por culpa de las bajas dosis porque el estado no hace estudios epidemiológicos. Qué duro es saber que los bosques y ambientes nativos se desmoronan, que las cuencas hídricas donde se fabrica el agua son invadidas por cultivos, y que Argentina está exportando su genocidio sojero a la Amazonia Boliviana.
Qué duro es comprobar que las cacerolas relucientes son más fáciles de sacar que las topadoras y el monocultivo. Qué duro es comprobar que en nombre de las exportaciones se violan todos los días, impunemente, los derechos de generaciones de Argentinos que todavía no nacieron.
Qué duro es ver las imágenes por televisión, los piquetes y las cacerolas mientras las almas sin tierra de los campesinos y los indígenas no tienen imágenes, ni piquetes, ni cacerolas que los defiendan.
Qué duro es comprobar que estas reflexiones escritas a medianoche solo circularán en la casi clandestinidad mientras Monsanto gira sus divisas a Estados Unidos, mientras las topadoras desmontan miles de hectáreas en nuestro chaco semiárido para que rápidamente tengamos 19 millones de hectáreas plantadas con soja, y mientras miles de niños argentinos duermen sin saber que su sangre tiene plaguicidas, y que su país alguna vez tuvo bosques que fabricaban suelo y conservaban agua.
Muy cerca de ellos las cacerolas abolladas vuelven a la cocina.
Biólogo. Premio Nóbel Alternativo (Estocolmo, Suecia) Presidente de FUNAM (Fundación para la Defensa del Ambiente). Profesor Titular de Biología Evolutiva en la Universidad Nacional de Córdoba (Argentina) montenegro@funam. org.ar
Me retracto de algunas acusaciones que le hice a esta revista (en base a unas pocas imagenes, a decir verdad). Por artículos como esto lamanuelamolina merece distribución nacional.
ResponderEliminarMe parece que el problema no es el monocultivo sino tanto medio pelo asustado.
ResponderEliminarEn fin, estimado Soylent (yo también he visto esa peli xD) más que una distribución nacional a lamanuela le alcanza con salir todos los meses. Y a veces hasta eso cuesta
Ví hace poco un anuncio de página entera a todo color. En el mismo se ve a un joven de lentes y corbata escribiendo en un PC a lado de una nutrida biblioteca. El sobreimpreso de la fotografía dice: "Si Argentina dejara de vender soja, muchas cosas desaparecerían de golpe". Luego un texto amplía explicando que la soja genera muchos puestos de trabajo, que la gente se beneficia, que al parecer -como para justificar la imagen- están usando informática, etc. Y termina definiendo a la soja como "El valor país".
ResponderEliminarLa exportación de soja es, sin dudas, la principal fuente de ingresos de Argentina. Pero su clara preponderancia en la balanza comercial ha hecho de que los sojeros una clase de inusual poder e influencia en el sistema político, consiguiendo que la carga impositiva de la que se quejan tanto sea -proporcionalmente- la menor de cuanto negocio haya en el país, y eso sin hablar de los eternos privilegios financieros que son exclusivos de su clase y ajenos al resto de los mortales. Sin embargo y a pesar de todo, uno entiende que una producción tan esencial para la balanza comercial y que depende muchas veces de factores tan inestables como el clima o las enfermedades, tenga algunos beneficios comprensivos y alguna consideración extra. Pero es la función de una producción exportable, no significa necesariamente que "nosotros les damos de comer".
No, ustedes no me dan de comer, ni a mí, ni a mi familia, ni a mis amigos ajenos a la soja, ni al 99,8% de los argentinos. Yo como porque me levanto y voy a laburar todos los putos días, para cobrar mi puto sueldo del que me descuentan todos los putos impuestos e intereses que ustedes vendan el cereal a 3 pesos x dolar. Yo tengo una computadora porque me la pague peso a peso con mi salario del que ustedes no aportan una micra de centavo y porque ocupo mi lugar en una sociedad en la que cada función es un engranaje que permite, defectuosamente, que yo tenga mi computadora, los niños vayan a la escuela y los familares de los sojeros no se parezcan a carpinchos.
Ese paternalismo de considerarse esenciales porque fortuitamente quedaron al principio de la cadena de exportaciones es una de las cosas más ofensivas del latifundismo capitalista nacional.
El razonamiento es tan imbécil que sólo puede explicarse por la hipertrofia del derecho de propiedad, considerado una suerte de derecho divino en la sociedad actual. Realmente parece que esta gente considera al resto de la socieadad como una suerte de parásitos mamando la sangre que le pueden succionar a sus vacas que viven en sus campos, sin jamás pasárseles por la cabeza que tal vez el usufructo privilegiado de los medios de producción de un país tenga que ser correspondido con una cierta sociabilización de sus beneficios. O que esos beneficios no tengan que ser concedidos de forma graciosa cuando a ellos se les ocurra dandole una palmadita en la cabeza a los médicos a los que los mantienen con vida o a los maestros que les enseñan a limpiarse el culo.
Ese es el problema de pasar más de treinta años sin que se escuchen los terribles términos de "reforma agraria".
Esta bueno tu comentario, yo no me sentì tan afectada por el egocentrismo chacarero, es igual a todo el que hace una protesta.
ResponderEliminarYa està comprobado que la voluntad no sòlo NO era deshacerse de la soja sino que tampoco al gobierno nacional le interesaba la mesa de los argentinos. De lo contrario habrian aumentado la producciòn de maìz y trigo bajando las retenciones a estos y aumentando SOLO las de la soja. Asì que aquellos que se ponìan contentos con este gobierno popular, lamento desilucionarlos! es una mentira!
Y con respecto a la carne, la gente se està deshaciendo de las madres y eso nunca puede ser bueno para el futuro de los omnivoros con poco dinero.
Desde aquì mi pequeño aporte.Saludos
Opino que todos los comentarios son buenos cuando parten de un lugar honesto desde lo ideológico y desde el actuar diario. Por ello a pesar de compartir pocas cosas con el pensamiento de Coki y sus ideas sobre el conflicto campo – gobierno lo respete permanentemente porque tiene una forma de actuar dentro de la comunidad en que vivimos que valoran sus ideas.
ResponderEliminarMe parece realmente que Soylen Green se equivoca cuando dice que la producción de soja tiene menos carga impositiva que otros negocios, comercios o explotaciones. El precio de la soja la maneja el mercado internacional, al igual que los insumos para sembrarla (agroquímico, fertilizante, semilla, funguicida, etc), sobre ese precio, llamado FOB el estado retiene el 35%, del precio que vendes conforme al mercado de rosario pagas otros impuestos: ganacias 33%, ingresos brutos 2%, impuesto de sellos 0,75%, imuesto inmobiliario, tasa por conservación de la red vial y otros gastos (no impuestos) como: comisión, flete, paritaria, secada.- Creo que la carga impositiva de la producción granaria es excesiva y mayor a cualquier otro negocio.
Cada uno puede pensar que Los Toldos no vive del campo, pero es no ver que el motor funciona con la inyección de dinero que los productores hacen de diferentes maneras, solo hay que abrir los ojos y mirar un poquito mas alla. Los camioneros viven del transporte del cereal (hay 200 camiones en el partido); los acopios, sus empleados ; las agronomías; los talleres y tornerias, los contratistas, y puedo nombrar a casi todo el comercio local que DIRECTA O INDIRECTAMENTE viven de lo que el campo distribuye en los pueblos del interior.
Este gobierno NO tiene una política agraria a largo plazo, hoy el novillo en pie se vende a $ 3,5 igual que hace 3 años, sin embargo la carne en el mostrador subió casi el 100%, que hace el secretario de comercio? Nada. Con el trigo es similar, producimos 16 millones de TT y consumimos 5, sin embargo el pan aumento el 100% en 2 años, así todas las producciones regionales, la lecheria (al productor le pagan el litro $ 0,83 y cuanto sale un sachet? Con 1 litro de leche de campo hacen 2 sachet y 1 yogur)
Lei este articulo en diario perfil, esta bueno conforme los ultimos comentarios
ResponderEliminar"No queremos precios como en Uruguay", gritó Néstor Kirchner en la Plaza del Congreso en una de sus últimas desencajadas apariciones públicas antes de que el voto "no positivo" de Cobos le cerrara la boca. "Hay un dirigente de ellos que nos dijo, casi en una actitud de caradurismo, que paguemos el lomo a 80 pesos como los uruguayos, qué poco le importan los argentinos", afirmaba en esos días el ex presidente, usando los supuestos precios del otro lado del Río de La Plata para cuestionar a Alfredo de Angeli.
Sin embargo, aplacados los días duros del conflicto, las amas de casa que recoren verdulerías y carnicerías de la ciudad uruguaya de Paysandú no estarían tan de acuerdo con aquella afirmación. Los precios que lucen las pizarras de los negocios uruguayos en algunos casos son hasta más bajos que los que se ven cruzando el río Uruguay en la costa de Entre Ríos, provincia gobernada por el ultra k, Sergio Urribarri, donde de Angeli encabezó las protestas más duras del conflicto rural.
¿Cuanto cuesta armar el tradicional "asadito" en Paysandú? Como muestran las fotos tomadas por una turista argentina el miércoles 6, se consiguen 2 kilos de asado por 120 pesos uruguayos (alrededor de 20 pesos argentinos, es decir, 10 pesos el kilo). Se lo puede acompañar con una ensalada de tomate de 16 pesos uruguayos el kilo (2,70 pesos argentinos) o con dos opciones bastante más económicas para cocinar "a las brasas": papa y zapallo de 10 y 9 pesos uruguayos (1,70 y 1,50 pesos argentinos), valores imposibles de encontrar en la Argentina, ni a fuerza de aprietes de Moreno, Brahim y Acero Cali.
Los boniatos (batatas) a 18 pesos uruguayos por kilo (3 pesos argentinos) son una elección más costosa. De postre, las "super" frutillas de 48 pesos el kilo (8 pesos argentinos) o las económicas mandarinas de 10 pesos el kilo (menos de 2 pesos argentinos). Para acompañar el típico menú gaucho se puede optar por un jugo de naranjas exprimidas, que cuestan 15 pesos los dos kilos (poco más de 1 peso argentino el kilo).
Como muestra este relevamiento en Uruguay, sería imposible llenar la mesa de los argentinos con estos precios, que parecen una ganga comparados con lo de los supermercados y ferias argentinas. Excepto, claro, que vayamos a comprar a los mismos supermercados que Guillermo Moreno.
No sé que tiene que ver el precio de la batata en Uruguay con este artículo que, por lo que veo, no ha leído casi nadie.
ResponderEliminarPor otro lado, me gustaría saber porqué si las cosas van tan bien en el país hermano (así lo era antes que el cerdo de De Angelis y sus secuaces dinamitara nuestra relación con ellos)Uruguay tiene la tasa de emigración más alta de Lationamérica: Hay tres millones en su teritorrio y otros tres millones por el mundo. Si la mandioca es tan barata allí ¿por qué diablos se van?
Pero escribo este comentario para sumarme a la indignación de Soylent. Creer que la actividad económica de un grupo de personas permite que el resto del país coma es la muestra más aberrante de arrogancia de clase que recuerdo. Que el productor de soja esté en un extremo de la cadena exportadora y las empleadas domésticas en el otro es algo fortuito, coyuntural, no implica que uno alimente al otro. No señor. El campo es sólo un engranaje más de la maquinaria capitalista, de ninguna manera su trabajo es más importante que el de otros. Soportar semejante falta de respeto hacia las demás clases trabajadaros es algo que he aguantado a duras penas, pero va siendo tiempo que acabe semejante patraña ¿O acaso nos olvidamos que gracias a la pesificación del mafioso de Duhalde todos los trabajadores debimos pagar para que los productores recuperaran sus campos? ¿Por qué no nos dan las gracias por eso en vez insultarnos creyéndose más importantes que el resto?
Lamentablemente, esta tara no es algo propio de los productores de soja: muchos médicos suelen creer lo mismo, suponen que son mejores que los demás porque salvan vidas. Y unos cuantos abogados también. De ahí que se hagan llamar doctores, cuando la mayoría no sabe ni qué es un doctorado.
Y sí, Soylent, "Ese es el problema de pasar más de treinta años sin que se escuchen los terribles términos de "reforma agraria"." Ese es uno de los comentarios más ciertos que he tenido la oportunidad de leer. Gracias por participar en este debate.
Cesar, se puede saber que productor te "insultó creyendose mas importante que vos ??
ResponderEliminarAndres
Andrés: A diferencia de otros yo no individualizo los comentarios. No me refiero a ningún productor de los que pasó por aquí. Tengo grandes amigos que se dedican al negocio de la soja y merecen todo mi respeto. Pero cuando escucho que son "el motor del país" que gracias a ellos "salimos del pozo" que son los "únicos que trabajan" que "me dan de comer" como si a mi me mantuviera el trabajo de los demás me da soberanamente por las pelotas. Y durante muchos meses esuché eso. Y exijo respeto para aquellos que también trabajamos. Exijo respeto por mí, por mis abuelos, por mis padres y por toda la comunidad que forma parte del engranaje económico y social de este país y que no vive del campo ni de nada que se le parezca.
ResponderEliminarNo sé si he sido claro, querido Andrés, eso no quita, repito, la indudable importancia económica que tiene la soja. Pero para exportar se necesita de un sistema que está siendo sostenido, hoy por hoy, por todos lo trabajadores argentinos.
Un saludo
ok, pero creo que está mal generalizar. Y el campo indirectamente tambien aporta a tu economia, sino fijate que unas 15 de las 22 publicidades de la Manuela de donde surgen....
ResponderEliminarA eso exactamente me refiero: si hay 15 publicidades es porque Lamanuela es negocio, yo no creo que se publicite en ella "de favor". Ellos ponen el dinero porque ese dinero les vuelve gracias a nuestros servicios, sino no publicitarían. No lo hacen de favor Andrés, sino porque están pagando un servicio de difusión. Ergo, ese dinero ingresa gracias a nuestro trabajo que las hace visible a los ojos de inversores y compradores.
ResponderEliminarVos mismo los decís: está mal generalizar. Qué mayor generalización es afirmar que "el campo nos de comer". La verdad es mucho más compleja que ese enunciado.
Mmm no se si es tan así, vos crees que la "gente de campo" compra La Manuela?? creo que en menor medida.....
ResponderEliminarPero bueno, los dejo, me voy a sembrar fideos (pareciara que hay que ser fracasado para ser "hombre de bien")
Andres
Yo tengo bastante de fracasado y poco de hombre de bien jejejeje.
ResponderEliminarChau Andrés, espero verte esta noche que, según me han dicho, te toca ser el asador. Saludosssss
¿? ¿? ¿? ¿?
ResponderEliminarAndres
Pos será otro Andrés el encargado de asar por la noche. Es lo que tiene la comunicación por aquí, uno se imagina cualquier cosa jejejeje
ResponderEliminarDe cualquier manera un saludo y perdón por la confusión
Los productores dicen que son el motor del país, que aportaron gran parte de las divisas que ayudaron a salir al país del pozo, no creo porque sean engreídos o vanidosos simplemente porque LOS ECONOMISTAS (de diversas doctrinas) LO DICEN.
ResponderEliminarNo escuche a ninguno decir “somos los únicos que trabajamos”, yo no soy productor y trabajo tanto como cualquier vecino, no vivo del campesino pero si de todos los toldenses, tengo claro que los últimos años el interior cambio su fisonomía gracias a la distribución de plata que hizo el chacarero, mas el mediano-chico que el grande, piensen en nuestro pueblo en la decada del 90, estaban todos los negocios del centro cerrados
pero ese no es el problema, el tema es que todos trabajando tengamos un sueldo-ingreso digno y que no vengan algunos políticos de 4º a querer comprarnos el voto con un chori antes de la elecciones, como ocurre hace tantos años. El respeto hay que exigírselos a los políticos para que tengan manejos claros, organizados, con inclusión social, honestidad en la administración, mas que a los chacareros que reinvierten casi toda la plata que les ingresa.
saludo manuelos y buen finde largo!!
Me parece que el respeto hay que exijírselo a todo el mundo, más allá de su trabajo o su función pública. Pero esa palabrita no parece estar en los diccionarios argentinos hace ya mucho tiempo.
ResponderEliminarRepito que me parece una lectura simplista, así lo digan todos los economistas del mundo, ya he puesto el ejemplo de la pesificación y de como todos las argentinos pagamos las deudas para que la maquinaria agroindustrial volviera a funcionar. Y repito que yo nunca he negado la importancia de la exportación sojera para las divisas argentinas, sería necio si lo hiciera. Sólo afirmo que estas exportaciones son posibles porque hay una maquinaria económica y social que incluye a todos los trabajadores del país, no sólo a los productores, aportando y trabajando para que el triste modelo agroexportador sea posible. En todo caso, entonces, deberíamos agradecerles a los chinos por comprar forraje argentino. Gracias señores chinos por permitir que la calle Mitre no tenga nada que envidiarle a la Quinta Avenida.
Lo último es una broma, claro está, solo el humor nos salvará
Yo hay algo que no estoy captando...El uno a uno era mejor? el 3 a uno es para los chacareros en serio? cuando dolar y peso eran una misma cosa, cuando los sueldos eran de $250, se vivia mejor? ese era mi sueldo en el 99 y las cosas eran relativfamente baratas , pero igual no podìamos comprarlas. No me parece que sostener un dolar le estè costando sudor a los argentinos, a menos que tengan ganas de salir pa´ las europas, me parece que es lo contrario y me parece cada vez màs que las rabietas con los del campo vienen por otro lado.
ResponderEliminarEs mi insignificante opinion desde lo vivido por mi y los que me rodean, en una de esas para los demàs fue diferente.
No, el uno a uno no era mejor. El 1 a 1 era una mierda. Era un tipo de cambio artificial que beneficiaba a una pequeña parte de la población que tenía recursos como para especular y favoreció la venta de las empresas nacionales a precio de saldo.
ResponderEliminarAhora bien, el 3 a 1 también es un tipo de cambio artificialmente sostenido por una decisión política, está claramente demostrado que si se dejara flotar la moneda estaríamos en los 2,5 o mucho menos. Pero en este caso la decisión del dólar artificial beneficia a mucha más gente que el 1 a 1, fundamentalmente a los que se dedican a la exportación (ya sean cerealeras, productores o sectores industriales).
A todo esto, con la necesaria pesificación para acceder a este tipo de cambio implicó una brusca pérdida del poder de compra de millones de argentinos. Pero es un precio necesario a pagar para salir de ese infierno. Y a mí me parece justo pagarlo para favorecer la producción. A eso me refiero cuando afirmo que todos los trabajadores argentinos son una parte de la máquina exportadora, porque todo el sistema monetario en el cual se mueven y aportan tiene como fin exportar cereal. Y sí, a la Argentina le cuesta mantener el dólar alto, porque todo el contexto internacional apunta a la baja. Pero repito que lo considero una medida acertada en favor de la industrialización y la comercialización de materias primas.
Si la argentina tuviera un dólar bajo, millones tendrían un poder de compra mayor, y los autos y las casas valdrían mucho menos del disparate que valen. Pero eso implicaría pérdida de competitividad de la producción nacional con el resto del mundo. Así que es preferible resignar poder de compra en favor de un modelo productivo, que es lo que hacemos la mayor parte de los argentinos. Repito que en esta cadena los productores son una parte necesaria, pero no la única: el sistema bancario, el impositivo, el judicial y los cientos de subsistemas que coexisten en la argentina periten que exportar sea posible. Si fallara alguno de esos eslabones, exportar sería imposible, porque una cosa es tener una producción, otra cosa es venderla y otra cosa distinta es la existencia de un sistema que penaliza a aquel que se mete en un campo ajeno a cosechar. De no haber estado la producción agroexportadora sería imposible. En ese sentido sí que "el campo somos todos" como todos somos las escuelas y los hospitales. Pero admitir esa propiedad pública de la tierra sería una renuncia a los principios fundamentales del capitalismo a ultranza que está metido hasta las entrañas de este patético país.
Por otro lado, no sé a que te referís con "la rabieta contra los del campo", yo dejé el jardín de infantes hace ya mucho tiempo. Y ya no me muevo por los principios del capricho y el pataleo, eso se lo dejo a los que no tienen argumentos para defender sus posturas.
Buenas, Cesar, ya veo que tenemos concepciones diferentes y si bien tengo un panorama bastante claro de la situaciòn lamentablemente no encuentro las palabras para manifestar mi idea. Por ahi por no saber tanto de economìa como para dar una explicaciòn convincente como la tuya. Lo ùnico que puedo hacer es arrimar alguna idea pero basada en lo que veo a diario, o por ahì, mi realidad es muy diferente a la del resto. Lo que sea, sigo creyendo que argentina a sido desde casi siempre materias primas y si nos quitan eso la pagamos caro todos.
ResponderEliminarNo hicieron nada hasta ahora para solucionar los problemas de la soja porque no les interesa, entonces jamas pondrè mi voto por este par de delirantes que inauguran fàbricas que ya estan en funcionamiento y que fueron financiados por bunge y cargill principalmente, ¿como le van a morder la mano a quien los llevò a donde estàn? Por eso me enojo tanto a veces, este par, no quiere que la mesa de los argentinos sea mas barata, quieren que la produzcan los gigantes de siempre , que casualmente no son los argentinos que vemos a diario en nuestro pueblo. Subsidian a la serenisima y a sancor para cerrar las exportaciones, y el resto?? las pequeñas fabricas de nuestro pueblo? Argenlac en junin que le da trabajo a muchisima gente?? serà que tiene que cerrar nuevamente? El año que viene la carne va a costar una fortuna en el mostrador!
Saludos, seguimos otro dìa.
COBOS
Me gustaria exprear lo siguiente, no hay que ver al campo como un productor que realiza una siembra, su proteccion, la recoleccion, la vende, cobra y se termino el proceso. La realidad es otra, hay muchas interacciones y relaciones entre personas y con la madre naturaleza que hacen complicado entender la realidad. Probablemente los toldenses entendamos un poco mas como son las cosas porque lo vemos a diario, pero a los politicos se les complica porque son situaciones difíciles de entender desde un escritorio y creyendo tener el poder de indicar con una resolucion como deben manejarse los productores. En la cadena existe varios eslabones: el propietario de la tierra, el contratista de la siembra e implantación, el proveedor de los insumos, el contratista de la recoleccion, el ingeniero agrónomo, el transportista, el acopio o corredor en la venta y acondicionamiento y la naturaleza, con la lluvia o seca, con piedra, con viento, con sus impredicibilidades.
ResponderEliminarTambien influye el lugar o zona de cultivo, no es lo mismo Pergamino, Los Toldos, Trenque Lauquen, Santiago del Estero o Salta, en cada region hay distintas variables, que no son regulables por una resolucion del Estado; la historia y la costumbre imponen una forma de trabajo diferente en cada lado.
En los ultimos años aparecieron unos nuevos integrantes en la cadena productiva que son los pooles de siembra. Personalmente creo que tienen sus ventajas y sus desventajas, solo que hay que legislarle la parte impositiva porque HOY ESTAN EXCENTOS DE IMPUESTO A LAS GANANCIAS, en cambio los productores pagan ganancias como cualquier ciudadano autónomo. Las ventajas es que Argentina no hubiese llegado a los 100 millones de toneladas sin ellos, esto se debe a que aplican mucha tecnología y conocimientos tecnicos en sus implantaciones que la gran mayoria de los productores no pueden aplicar, por cuestiones financieras, económicas o de conocimientos tecnicos y la desventaja es que propician la sojizacion, el abandono del campo por parte de los propietarios, el monopolio en la tenencia de la tierra, dan poca mano de obra. Pero con una buena legislación y con buen trabajo del INTA se puede conseguir potenciar lo mejor de ambas formas de trabajo. Por un lado limitando la cantidad de hectáreas a trabajar por lo pooles, con retenciones diferenciadas por producción y con un real trabajo de campo del INTA asesorando a los productores rurales a producir de la mejor forma, aplicando tecnología y conocimientos tecnicos.
Somos un pais agropecuario por excelencia, tenemos la posiblidad de crecer a valores inimaginables, pero para ello necesitamos politicas claras a largo plazo. No podemos darnos el lujo de exportar maíz en granos, debemos transformarlo en carne, pero para ello hay que trabajar en serio, incentivar la producción no poner palos en la rueda, los diputados no pueden decir “no se de que se trata” y levantar la mano para un lado o el otro, tienen que aprehender y trabajar en serio, si no saben que se asesoren, el intendente de Los Toldos tiene un secretario de la producción, Para que?? Que hace? Cuantas emprendimientos realizo en 5 años? Genera mano de obra alguna? O solo cobra un sueldo que pagamos todos?
Saludos y seguimos.
Cesar, lei tu articulo y no se donde poner este comentario que amplia lo del ultimo anonimo.
ResponderEliminarEs real que el municipio pude hacer mas cosas con la secretaria de la produccion,yo me imagino que en vez de darle el bono para la verdura para los que necesitan le podrian enseñar a tener una quinta o hacer invernaderos donde trabajaria gente desocupada y podrian producir lo suficiente para autoconsumo y para vender en las verdulerias locales
Podrian arreglar el basural, haciendo una campaña de seleccion de basura en las casas y su posterior procesamiento en el basural con empleados que trabajen en blanco, con obra social, etc. Genera trabajo.
En el partido se producen millones de kilos de maiz, la secretaria podria incentivar para que se coloquen galpones de pollos o de huevos y se transforme parte de ese maiz , esto tambien generaría puestos de trabajos genuinos al partido.
En los campos hay muchos kilos de plasticos que se producen de lo bolsones usados y con lo bidones de los agroquimicos. Algo se debe poder hacer con eso.
Pienso que hay poco trabajo por parte de la municipalidad incentivando distintas alternativas.
Saludos
No puedo menos que estar de acuerdo. La Secretaría de Producción parece ser un oficina vacía. No existe desde el Municipio el menor intento por desarrollar incentivos productivos.
ResponderEliminarSon reales los ejemplos que declarás. Se prefiere siempre la dádiva para hacer a la gente cautiva de las decisiones políticas. En vez de utilizar presupuesto en para la creación de invernaderos municipales, donde hasta podrían cultivarse la verdura de manera orgánica, se dan bonos para la verdulería.
Hay una fábrica de reciclaje de plástico a estrenar en este pueblo. Y por distintas cuestiones está parada ¿No podría esa famosa Secretaría ocuparse de gestionar ese emprendimiento? Ya sea en concesión, ya sea comprando todo el paquete, una inversión semejante sería algo auténticamente productivo. Lo que sentaría un referente para mostrar gestón (son 12 años de administración de Bartoletti ¿no van a dejar ni una puta obra grande?)y daría argumentos al gobierno para hablar de redistribución
Releyendo algunos comentarios me encuentro con este : entonces jamas pondrè mi voto por este par de delirantes que inauguran fàbricas que ya estan en funcionamiento y que fueron financiados por bunge y cargill principalmente, ¿como le van a morder la mano a quien los llevò a donde estàn? Esa es la clave del error: El estado no es financiado por Cargill, sino que Cargill existe gracias a la Argentina. Sin ella (y el resto de los países en los cuales se asienta esta multinacional) no tendría razón de ser. Argentina es dueña de sus recursos, no una empresa determinada. Argentina le da trabajo a las cerealeras y no al revés. Cuando llegamos a este punto vemos que la lobotomía practicada a la sociedad por los últimos treinta años de ultracapitalismo está lejos de superarse
ResponderEliminarTe parece que las multinacionales mas heavy no manejan el "paìs" y que son las que jamàs ningùn gobierno va a tocar?. Perdòn por las preguntas de este tipo pero es como para ver si arrimo mi frecuencia a la tuya.
ResponderEliminarLo de las fàbricas es real.
ResponderEliminarVarias multinacionales manejan el país porque todos los gobiernos que he conocido en tres décadas de vida lo han permitido y fomentado y si alguno quiso impedirlo buena parte de los habitantes de este país se negó al cambio. Así quen ese sentido estamos de acuerdo. Pero que digiten políticas económicas no implica que sean dueñas de nada, como el comentario que cité indica.
ResponderEliminarPero mientras creamos que a Petrobrás le pertenece nuestro petróleo (el tuyo y el mío) estamos en el horno. Los recursos de un país (minería, campo, gas, petróleo, aire, agua) pertenecen a toda la población y no a una empresa determinada, por más injerencia que tenga esa empresa en el quehacer nacional. Pero admitir esto implica admitir muchas cosas más, cosas que los argentinos no estamos dispuestos.
Me parece que estamos màs de acuerdo de lo creìa, el problema es que la tendencia a los monopolios es real, y por màs que me esfuerzo, sigo viendo muy lejos lo que deberìa ser de lo que es. Siento que la tendencia a dejar unos pocos como dueños y señores nuestros es infernal, y lo lamento mucho. Con mi comentario anterior no intentè manifestar simpatìa por las multi, todo lo contrario. Lo que intentè decir es que son los que màs financiaron la campaña de los Kirchner por lo que veo imposible que se los perjudique. Y guaira con eso! con los señores que no son de campo sino inversores,especuladores ellos no se perjudican con esto. Pero justamente no son toldenses y gran parte ni siquiera argentinos.
ResponderEliminarmuy bueno lo q decis cesar estoy muy de acuerdo con vos, creo q en realidad estamos la mayoria de acuerdo en lo que queremos pero aveces los medios y algunos personajes confunden a la gente para que sus intereses sigan creciendo y dando mas ganancias ganancias ganancias ganancias ganancias ganancias ganancias ganancias ganancias
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