Gran Hermano

Desconocemos si las autoridades municipales han leído el famoso libro de George Orwell o si alguna vez ha pasado por sus manos algún texto de Michel Foucault. Lo cierto es que aunque nada de esto haya sucedido parece que quienes se ocupan de nuestra seguridad han comprendido perfectamente la idea del panóptico. Someramente podemos describir al panóptico como un dispositivo de control en el que quién es vigilado no tiene manera de saber si efectivamente hay alguien que esté cumpliendo esa función de control. Por lo que la obediencia y la disciplina deberían fundarse justamente en esa duda. Parece complicado, nos lo es tanto. ¿Un ejemplo? Esas garitas polarizadas que se encuentran en cada uno de los accesos a nuestra ciudad y que, hay que decirlo, nos distinguen de casi todas las ciudades vecinas.
El siguiente paso en este sentido es colocar cámaras filmadoras las 24hs en cada garita y en otros puntos de la ciudad, hacer de Los Toldos un Gran Hermano a cielo abierto.
La idea ha sido recibida con cierta controversia y no podía ser de otra manera habida cuenta de que no es la primera vez que medidas fundadas en la intención de generar seguridad acaban avanzando sobre la intimidad de las personas y, en última instancia, sobre su libertad.
Así que, querido vecino, a partir de fin de año pórtese bien y sonría porque… ¡lo estaremos filmando!