Estimados, nobleza obliga. Quisiera sacar un poco el lustre que han otorgado a la publicación y decir que toda la información expuesta en nuestra revista sobre el Caso Ávila es (como siempre) consecuencia de otros relatos previos. Pero en este caso me gustaría dejar en claro que hubo colegas que trabajaron en el caso con mayor tiempo y mucho antes que nosotros.
Tal el caso del compadre Ricardo Artigas, que anualmente da su lugar en el noticiero local, ni hablar de Guillermo Marra, que si bien hoy se anda en los corrales, fue sin dudas el periodista del caso, quien consiguió la causa dormida, y supo leerla y reproducirla. Y también, si hablamos de locales, un poroto para Lucas Miguel quien también merodeó estas temáticas en medios gráficos varios.
Aprovecho para agradecer a todos por el apoyo y el acompañamiento.
Tal el caso del compadre Ricardo Artigas, que anualmente da su lugar en el noticiero local, ni hablar de Guillermo Marra, que si bien hoy se anda en los corrales, fue sin dudas el periodista del caso, quien consiguió la causa dormida, y supo leerla y reproducirla. Y también, si hablamos de locales, un poroto para Lucas Miguel quien también merodeó estas temáticas en medios gráficos varios.
Aprovecho para agradecer a todos por el apoyo y el acompañamiento.
Antonio Adamini, Director de LMM
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