por Verónica Azpiroz Cleñan
“…en la casa de Don Cleñan, detrás del boliche de Vega hoy vamos a jugar taba, hay reunión por las tierras, parece que fue donde el gobernador” Así relataba un viejo amigo de mi bisabuelo el interés, la alegria de encontrarse un domingo para hablar de los temas que nos preocupaban a los mapuches, el territorio-la tierra".
Así se relacionaban con los políticos de aquel tiempo, el pueblo mapuche, abandonados por los Coliqueo, desorientados por los desalojos de ’39, violentados por el conservadurismo latifundista y porque no se cristalizaba ningún otro liderazgo.
No hace tanto, menos de 40 años, los partidos políticos hacían campaña electoral en el campo de lo que peyorativamente se llamaba “La Tribu”, prometiendo resolver el problema de las tierras, prometiendo entregar los títulos de propiedad para los “indios” hoy reconocidos como pueblo mapuche.
Seguí leyendo... Hoy, luego del advenimiento de la democracia, de la crisis de la representatividad, del vaciamiento del sentido de lo político y de la política como herramienta de transformación social, ya no es necesario ni ir a “La Tribu”, para cooptar el voto mapuche, porque las tierras han sido despojadas. De las ultimas 4000 hectáreas que dieron títulos de propiedad, el 54 % de los mismos fueron escriturados por ocupantes no mapuche. De eso podemos contar el cuento. De las 16000 que Mitre le reconoció a las comunidades, aun falta explicar qué paso con las 12000 hectáreas que no necesitaron tener títulos de propiedad con la ley veinteañal y que tienen escrituras gracias a los negociados entre estancieros y gobernantes de turno del 1900.
Cabe preguntarse entonces, ¿Cuál es el eje que orienta hoy el voto mapuche, si ya no es la propiedad comunitaria de la tierra, la recuperación del territorio? Me resisto a pensar que son los planes sociales, la caja de alimentos, la beca, la vivienda fumigada en el barrio Pueyrredón, la garrafa de gas. Me resisto.
Debe haber otro eje que nos siga identificando mapuches, antes que pobres, que negros, que feos, que vagos, que borrachos, que brujos…Así les gusta llamarnos a ellos.
¿Y Quienes son ellos? y ¿Quienes somos nosotros? Nosotros hacemos la Defensa de Todas las Vidas, no solo la humana, hacemos la defensa de la biodiversidad, de la diversidad cultural, de la dignidad del pensamiento. Nosotros aun sin tierra, amamos nuestra tierra, amamos el frio del amanecer el invierno, la luz del atardecer silenciosa, añoramos nuestros sembrados, las risas de los abuelos jugando a la taba, carneando animales para compartir con los hijos y los ñietos la comida, el olor a torta frita, el rallar del maiz de la abuela para hacer sopa, el merke, el charki, la mami que nos curaba con lawen, con plantas, los tios que curaban con el sapo, el pollo, que nos hacian pewtun, pelontun.
Ellos nos han quitado eso: la continuidad cultural como pueblo, como comunidad, como personas. Ellos que se quedaron con nuestras tierras, ahora las fumigan, nos matan las plantas medicinales, nos dejan sin comida, nos sobrevuelan con agro tóxicos, defienden la seguridad de la represión. Ellos nos siembran de soja, nos enferman de ambición, nos enferman la piel, los ojos, los pulmones. Nosotros, vamos al hospital, nos dan algun remedio como placebo, como espejitos de colores, para que nos olvidemos de las causas de las enfermedades.
Ellos se camuflan en las listas de los partidos políticos, para seguir presionando para acumular más dinero, para tener poder, para empobrecernos aun más.
Nosotros, los nadies, esos que a veces no quieren mirar, tenemos de vez en cuando la posibilidad de manifestarnos. Este domingo, nos ofrecen votar.
De un vistazo al padrón electoral, son más de 880 los apellidos mapuche, otras personas igualmente mapuche portan otros apellidos cambiados por diversas razones. Podemos suponer entonces que más de 1500 mapuches votamos en Los Toldos.
Entre el hastío y la resignación, en nuestro año nuevo, en nuestro regreso del sol a la tierra, en nuestro wiñoy xipahtü, volvemos a reafirmar nuestro compromiso con la defensa de nuestro territorio y de todas las vidas.
EL PUEBLO MAPUCHE NO VOTA SOJEROS.
Verónica Azpiroz Cleñan
Asoc. Mapuche EPU BAFKEH
En el wiñoy xipahtü, 2009
Así se relacionaban con los políticos de aquel tiempo, el pueblo mapuche, abandonados por los Coliqueo, desorientados por los desalojos de ’39, violentados por el conservadurismo latifundista y porque no se cristalizaba ningún otro liderazgo.
No hace tanto, menos de 40 años, los partidos políticos hacían campaña electoral en el campo de lo que peyorativamente se llamaba “La Tribu”, prometiendo resolver el problema de las tierras, prometiendo entregar los títulos de propiedad para los “indios” hoy reconocidos como pueblo mapuche.
Seguí leyendo... Hoy, luego del advenimiento de la democracia, de la crisis de la representatividad, del vaciamiento del sentido de lo político y de la política como herramienta de transformación social, ya no es necesario ni ir a “La Tribu”, para cooptar el voto mapuche, porque las tierras han sido despojadas. De las ultimas 4000 hectáreas que dieron títulos de propiedad, el 54 % de los mismos fueron escriturados por ocupantes no mapuche. De eso podemos contar el cuento. De las 16000 que Mitre le reconoció a las comunidades, aun falta explicar qué paso con las 12000 hectáreas que no necesitaron tener títulos de propiedad con la ley veinteañal y que tienen escrituras gracias a los negociados entre estancieros y gobernantes de turno del 1900.
Cabe preguntarse entonces, ¿Cuál es el eje que orienta hoy el voto mapuche, si ya no es la propiedad comunitaria de la tierra, la recuperación del territorio? Me resisto a pensar que son los planes sociales, la caja de alimentos, la beca, la vivienda fumigada en el barrio Pueyrredón, la garrafa de gas. Me resisto.
Debe haber otro eje que nos siga identificando mapuches, antes que pobres, que negros, que feos, que vagos, que borrachos, que brujos…Así les gusta llamarnos a ellos.
¿Y Quienes son ellos? y ¿Quienes somos nosotros? Nosotros hacemos la Defensa de Todas las Vidas, no solo la humana, hacemos la defensa de la biodiversidad, de la diversidad cultural, de la dignidad del pensamiento. Nosotros aun sin tierra, amamos nuestra tierra, amamos el frio del amanecer el invierno, la luz del atardecer silenciosa, añoramos nuestros sembrados, las risas de los abuelos jugando a la taba, carneando animales para compartir con los hijos y los ñietos la comida, el olor a torta frita, el rallar del maiz de la abuela para hacer sopa, el merke, el charki, la mami que nos curaba con lawen, con plantas, los tios que curaban con el sapo, el pollo, que nos hacian pewtun, pelontun.
Ellos nos han quitado eso: la continuidad cultural como pueblo, como comunidad, como personas. Ellos que se quedaron con nuestras tierras, ahora las fumigan, nos matan las plantas medicinales, nos dejan sin comida, nos sobrevuelan con agro tóxicos, defienden la seguridad de la represión. Ellos nos siembran de soja, nos enferman de ambición, nos enferman la piel, los ojos, los pulmones. Nosotros, vamos al hospital, nos dan algun remedio como placebo, como espejitos de colores, para que nos olvidemos de las causas de las enfermedades.
Ellos se camuflan en las listas de los partidos políticos, para seguir presionando para acumular más dinero, para tener poder, para empobrecernos aun más.
Nosotros, los nadies, esos que a veces no quieren mirar, tenemos de vez en cuando la posibilidad de manifestarnos. Este domingo, nos ofrecen votar.
De un vistazo al padrón electoral, son más de 880 los apellidos mapuche, otras personas igualmente mapuche portan otros apellidos cambiados por diversas razones. Podemos suponer entonces que más de 1500 mapuches votamos en Los Toldos.
Entre el hastío y la resignación, en nuestro año nuevo, en nuestro regreso del sol a la tierra, en nuestro wiñoy xipahtü, volvemos a reafirmar nuestro compromiso con la defensa de nuestro territorio y de todas las vidas.
EL PUEBLO MAPUCHE NO VOTA SOJEROS.
Verónica Azpiroz Cleñan
Asoc. Mapuche EPU BAFKEH
En el wiñoy xipahtü, 2009
Viva el pueblo Mapuche!, que fueron saqueados por los mismos que cortaron las rutas,que dicen "ser el campo" y lo fumigan vorazmente.
ResponderEliminarYo los vi tomando una plaza mi busto llace ahi... aunque casi nadie lo note.
pd: Ni J.B podria explicar tanta contradiccion..
Dejen de dar opiniones sectoriales sin fundamento. Asi estamos por tanta ignorancia. Por favor investiguemos y no hablemos desde el resentimiento, no se puede generalizar sobre hechos puntuales ocurridos.
ResponderEliminarCoincido totalmente con la nota, pero, hermanos mapuches, solo la lucha sin descanso hará florecer la justicia en "nuestra" tierra.Yo estoy con ustedes incondicionalmente.
ResponderEliminarDarío altamirano