27/12/07

Benedicto Monasterio, la quimera del toro

En el campo “La Amelia”, los hermanos Fabián y Gastón Parodi soñaron con llevar un Toro a la rural de Palermo. Lo adquirieron y entonces lo bañaron día a día, y le aportaron el alimento necesario, y la familia toda lo quiso y el toro creció enormemente bello. Y allá fue, rumbo a la Exposición de Palermo, cargando su estirpe y la ilusión de sus dueños. Y obtuvo el 3º puesto! Conozca esta apasionante, y por qué no, utópica historia de nuestro campo


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LA ILUSION DE LA AMELIA

“La Amelia” se encuentra entre los caminos de La Delfina y Quirno Costa. Comprado en 1950 por “el abuelo Fransisco Parodi”, el campo fue sucediendo generaciones hasta nuestros días. Soportó la implacable fuerza de las reiteradas inundaciones “cuando los 3 accesos estaban bloqueados” y los altibajos del mundo agropecuario. Con su zona de bajos, apostaron a la cría bovina y a algunas lomas de soja en lo que son alrededor de 170 hectáreas.

En “La Amelia”, los días con sus soles y sus tormentas, se sucedieron similares a los de todo hombre de campo, hasta el momento en que pudieron concretar una idea “alocada” que traían en su propia familia: La de comprar un toro de sangre campeón para, algún día, llevarlo a la Exposición anual que la Sociedad Rural Argentina desarrolla en su predio de Palermo, en Buenos Aires.

Los Parodi no poseen una cabaña especializada en el tema, no disponían de ejercicio en la materia del cuidado y tampoco es costumbre en General Viamonte llegar a Palermo, es más, nunca antes un toro de General Viamonte participó en Palermo, esta sería la primera vez, la histórica primera vez, y pese a todo se dijeron “¿Por qué no?”

“La intención nuestra siempre fue que el día de mañana pudiéramos llevar un toro a Palermo pero claro, económicamente, para un productor chico, es imposible. El año pasado se presentó la oportunidad con Laureano Arambarri, que esta metido en este toro también, y posee gran experiencia en el tema. Fuimos a una exposición de Bahía Blanca y compramos el toro, en octubre de 2006. Y de allí a la fecha lo fuimos preparando para ir a Palermo”.

En la mente de los productores no estuvo la cuestión de ganar, no los desveló que el toro fuese el primero, el mejor de Palermo. “Esta locura es un hobby” dice Gastón. “Como al tipo que le gustan los caballos de carrera o los autos, o el bingo…”. “El sueño es estar, participar, sacarnos una foto donde dice “Cultivar el suelo argentino”. Con eso para mí ya está. Salimos campeón de Palermo”.

LA SANGRE DE BENEDICTO


El toro Aberdeen Angus lleva por nombre Benedicto Monasterio. Nació el 1 de Marzo del 2005 y pesó 37 Kilos. Fue vendido por la Cabaña “La Reja” de Eolia S.A. con 797 Kilos. Hoy supera los 1000, y es tan manso que para sacarle sangre no fue necesario meterlo en la manga. De más de 1,40 mts. es descendiente de una estirpe excepcional aclamada en el rubro. Su padre, Whitestone Widespread MB……………………………; en tanto su madre; Eolia Nueva Victoria III 846 DOC; su abuela, Century Touchstone 131………………..

LA PREPARACION PARA CUMPLIR UN SUEÑO

Participar de la Gran muestra Internacional del campo argentino es una odisea que requiere de mucha preparación, tiempo y trámites. Los Parodi tuvieron 90 días a full, y otro 90 previos, dedicados a todos los requisitos necesarios para que Benedicto Monasterio pueda ingresar al gran predio.
“El sacrificio y tiempo que uno hace es muy grande. Lo mismo que el cariño que uno le tiene. Desde hace 9 meses estoy todos los días acá. (…) Porque no es lo mismo tener 120 toros que 1. Se puede enfermar, morir… Y era éste o éste”.
Los trámites requeridos que se exigen son la sanidad de la hacienda rodeo, la sanidad de los campos vecinos, los papeles del perdigree del toro, los ADN (el de este toro ya estaba hecho porque fue inscripto en Palermo y la cabaña que lo poseía -La Reja- al final no lo llevo), lo que fue un paso menos.

“Lo que más cuesta es la mantención. Porque no podes largarlo al campo. Desde octubre estamos comprando alimento balanceado, esperideger de girasol, esperideger de trigo, semilla de lino, rollos secos…. Además no podes dejarlo un día o dos días, le tenés que dar de comer todos los días a la misma hora, a las 8 y a las 5. Le cambias la hora y el toro se te viene abajo y te cuesta una semana levantarlo. A veces me agarraba la lluvia en Los Toldos y no podía decir “voy a la tarde”. Otro cuidado es el baño, los últimos 120 días es diario, agua, shampoo, peinado y masajeado, para que el pelo dé buena vista. El frío le hace mejor al pelo, por eso con la primera helada se lo baña. Y tiene que tener mucho cariño. Con Beto y nosotros, lo tiene”.


Mucha gente participó de esta quimera, y “los Parodi” quieren agradecerles a través de este medio: Laureano Arambarri que empujó el sueño; el veterinario Miguel Adamini, que nunca puso un obstáculo, y estuvo siempre acompañándonos; el vecino, Daniel Beloqui que dio maíz; Erodes, que ayudo con el tema de los rollos que es todo un tema por que este animal no come verde, sino seco; y Omar Marrero.

LA DESPEDIDA Y LA EXPERIENCIA

“Realmente te da mucha lástima cargarlo para llevarlo a Palermo. Que no lo vas a ver más (…) Desprenderse es lo más bravo, no hay parte monetaria, de verdad. Pero acá no me sirve para mi campo, para rodeo…” cuentan los Parodi.
En su relato, tanto Gastón como Fabián nos cuentan emocionados como su sueño se hace realidad. Se les ilumina la vista y orgullosos nos vuelven a mostrar el toro.
“Es complicado, porque es como uno más de la familia, encima es tan manso. Vos le das la piola al nene de tres años, y te lo camina. Tengo nenas adolescentes, le hacen de todo, posan con los teléfonos, es como un perro. Vos a la mañana le das de comer a las 8, pero si un día no le das, a las 8:30 lo tenés en la puerta de la cocina, mirándote y diciéndote ¿Y?”


La suya, es una historia atípica. Porque se mezcla la producción rural con la pasión que dicen llevar por el campo. Y es atípica porque también marcaron historia: Fueron los primeros productores de General Viamonte en llevar un animal a Palermo, y en condiciones de lucha, de sacrificio familiar.
El sueño del abuelo brillo en los nuevos Parodi.
Una historia que volverá época tras época, cuando recuerden a aquellos que se animaron a hacerlo.

PALERMO Y LA JURA


El día de la jura es el viernes 3: Entran los animales a la pista. De cada ronda sale un campeón. Se hace subjetivamente, en este caso es norteamericanos. El ojo del jurado, irrefutable. Tipo que saben. Entra con un número, sin nombre de cabañas ni nada. Solo compite el toro.

La jura: En su categoría 10 toros. A todos le dan premios. Si ganas en la primer ronda, competís con los ganadores de la primer ronda. Campeón de la categoría. Compiten dopes todos los campeones. Y de ahí el gran campeo.
Si salis 2 vas a reservados.
Todo en un día. El 7 se hace el remate, el final de la expo.


¿QUÉ SE LE VE A UN GRAN CAMPEON?

“La jura” es el momento en que el jurado decide cuál es el gran toro campeón. Consiste en el paso de diferentes rondas (de acuerdo a la categoría de toro) de las cuales se selecciona un toro campeón por ronda que luego competirá con los demás campeones de otras rondas para llegar a Gran Campeón.
Es de algún modo una selección subjetiva, porque el jurado (eximios en la materia) lo hace “a ojo”, y su decisión es irrefutable.
Los toros entran sin nombres o logos de cabañas ni nada que pueda influir, solo un número y la estirpe.

Algunos puntos a observar son los siguientes:

  • El fenotipo del animal deriva de los genes que posee el animal y de los efectos del medio ambiente que inviste.
  • El pecho, la verija debe similar a la forma de una “V” invertida,
  • la entrepierna. Son depósitos de grasa y no debe haber exceso de ella.
  • Los aplomos del animal y la angulación de manos son muy importantes porque están en directa relación con la eficiencia de los servicios:
  • Las manos: deben estar ligeramente hacia fuera, sin superar un ángulo de 10º.
  • Las patas: Los defectos comunes son el sentado y parado de garrones.
  • La Fertilidad: El tamaño de los testículos, la circunferencia escrotal y la expresión de virilidad del animal son definitorios.

FUENTE: Las Claves del Campeón, Clarín Rural. Marina Delfino.

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