16/9/09

Editorial N°31

El proyecto de Ley de Servicios Audiovisuales, impulsado por miles de argentinos vinculados a la comunicación y llevado adelante por la Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, marca un hito democrático que parecía imposible de concretarse en la Argentina contemporánea. La presentación en el Congreso Nacional es un puente hacia una nueva concepción para entender la Comunicación Social y su vínculo con el aspecto mediático. El hito nos brinda la posibilidad de vivenciar un cambio de paradigmas sobre el sector mediático, que traspasa la esencia del mercado de la información, hacia el derecho a la información ya la libertad de expresión. Derechos enmarcados en la Constitución a través del pacto San José de Costa Rica (que estaban siendo humillados con la actual ley 22. 285). Por esto (y muchos otros aspectos) la actitud presidencial merece el mayor de los reconocimientos desde quienes formamos parte de los medios de comunicación. Es un cambio sumamente necesario para el perfeccionamiento democrático, contra la actual permisibilidad monopólica y mercantilista de la información. Como determina el segundo punto de los 21 presentados por la Coalición por una Radiodifusión Democrática: "La radiodifusión es una forma de ejercicio del derecho a la información y la cultura y no un simple negocio comercial. La radiodifusión es un servicio de carácter esencial para el desarrollo social, cultural y educativo de la población, por el que se ejerce el derecho a la información".

Seguí leyendo... No solo era necesario dar por concluida la triste perdurabilidad de una ley emanada desde la trágica dictadura militar, absolutamente retrógrada, sino que se vuelve necesario comenzar a dar marco legal y reconocimiento a la implementacion del derecho humano a la expresión y a la información (de todos los actores sociales, no solo empresariales) a través del reconocimiento como prestadores de servicios de radiodifusión a entes públicos, comerciales y comunitarios de organizaciones de la Sociedad Civil sin fines de lucro; regular la implementacion de nuevas tecnologías; promover la expansión de los servicios territorial y económicamente; y por supues¬to, definir un límite a los monopolios, porque la premisa es clara: "Si unos pocos controlan la información no es posible la democracia, se restringe la pluralidad y diversidad que asegura el pleno ejercicio del derecho a la cultura y a la información de los ciudadanos".

Como expresó en sus declaraciones públicas el relator de la ONU, Frank La Rué, "Argentina esta sentando un precedente en esta nueva ley de audiovisuales y sirve de ejemplo no solo para el continente latinoamericano sino para el mundo entero".

Gracias presidenta por respetar los 21 puntos básicos por el Derecho a la Comunicación definidos por un importante núcleo de especialistas, profesionales y trabajadores de la comunicación social, y por tomar la decisión de llevar adelante este hecho histórico.

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